Estas leyes aparecen debido a
la conservación de nucleones y de la carga que se cumple en las reacciones
nucleares, diciendo que en la desintegración de un núcleo se emiten rayos y se
convierte en otro núcleo diferente del original. Estas leyes permiten deducir
el núcleo formado.
Desintegración
Alfa:
Cuando un núcleo se desintegra
en partículas alfa, el núcleo que se forma tiene una masa atómica cuatro
unidades menor a la del núcleo original y el número atómico es dos unidades
menor a la del núcleo original.
Esta desintegración emite una
cantidad energía que se da por el defecto de masa, y se reparte en forma de
energía cinética entre el núcleo formado y la partícula alfa (Helio 4 (A) – 2
(Z)).
Desintegración
Beta: La emisión de partículas beta producen un núcleo nuevo en
donde la masa atómica no cambia pero su número atómico es superior al del
núcleo original, además producen electrones. La producción de electrones se da
debido a la inestabilidad que presenta el núcleo debido al exceso de neutrones
que se encuentran en él, esta producción permite una estabilidad al núcleo.
Desintegración
gamma: Cuando un núcleo se desintegra en rayos gamma, su número
atómico y su masa atómica no cambian, lo que sucede es que el núcleo pasa de un
estado de excitación a un estado fundamental o normal. Los rayos gamma son
fotones de una energía que es igual a la diferencia de energía del núcleo
excitado y del núcleo estable.
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